Orquilla: Ni unicornios ni duendes... pero mágico como nada. Bienvenidos a Urbasa

Descuida que no, no estás soñando...

Bienvenidos a Urbasa :) ¿Os acordáis de Entzia? bueno pues Urbasa es el mismo monte solo que en suelo navarro, o al menos eso dicen...

Allí nos dirigimos el día 11 de Octubre... ¡Qué mejor manera de disfrutar este precioso monte que estar corriendo tres días en él!
El primer día, tras recoger el campamento (y con ello quiero decir el suelo duro) antes de las 9 a.m. nos subimos a la sierra de Urbasa. Sí, realizando las 76 curvas y cambios de dirección que tiene. Y lo peor de todo no fue eso, si no que las salidas comenzaban a las 11.... (Para un día que podemos dormir más...)

Y el mapa no defraudó. Nunca había estado en Urbasa aunque las palabras y comentarios del resto de orientadores que sí lo habían hecho te habían dado el gusanillo de ir a correr por aquellas tierras.

He aquí mapaza. Y no solo por el tamaño.
Escala 4.000.

Así que comencé mi carrera despacito y con buena letra, fijándome bien en todo aquello que me rodeaba y sobre todo leyendo bien mapa. Un pequeño descuido podría llevarte a la pérdida y con ello a fallar totalmente la carrera....

Y lo digo por experiencia porque de la 13 a la 14, vi como decía adiós al primer puesto tras dar más vueltas que un pato mareado y acabar de nuevo en la baliza 13. Para colmo mi querido sentido común tampoco funcionó y para buscar la baliza 15 me hallé dando vueltas dentro de los laberintos a los cuales no debí haberme acercado...
¿Lo único bueno de esta carrera? Que excepto eso me sentí bastante bien técnicamente y que el microsprint le hice perfecto.

Y para que no les pudieramos reprochar a los navarros la mucha flora que tenían también demostraron que tenían su propia fauna autóctona.

Cierto parecido tenían con el asno de Shrek pero eran mansos como ellos solos.

¿Pero qué pasó después al final casi de la carrera? Que se echó a llover... vaya... a parte de frío lluvia y pensaréis ¿Cómo puede ser esto si no lo organizaban los orquillas...?

Je je, pero allí estabamos y queramos o no tuvimos nuestro trabajillo que hacer contando con la ayuda de una majísima y adoptada riojanilla :)

Y nos tocó desmontarla y mover la carpa donde permanecería los dos días restantes.

Al día siguiente ya nos mudamos de zona y nos tocó subir entre bancos de niebla... parecía que volabamos sobre las nubes. Hacía un frío que pelaba y de la presalida a la salida había un rato ¡y en sombra! lo que te hacía correr para disfrutar de 3 minutos de sol antes de la salida.

Y el día anterior no se mejoró por asomo. Empecé más despistada que nadie y realmente no sé como llegaba a las balizas con casi exactitud.

Para colmo, me tiré toda la tarde realizando un trabajo de la universidad que me dejó molida.
Salímos por la noche a despejarnos un rato después de tantas horas sentada frente al ordenador y junto a la compañía de mi amigo microcov Kike y al final acabamos en el mismo bar, sentandos en las sillas de enfrente él leyendo el Marca y tomandose su "Colacao" de antes de ir a dormir y yo escuchando las historias de los paisanucos quienes alegaban haberse perdido más de una vez por la Sierra de Urbasa.
Una gente encantadora.

Y llegó el último día que subiríamos se puentecillo a la Sierra de Urbasa. Tuvimos una presalida bastante larga en la que ya entrabas en calor, no hay más que decir.

Pero por primera vez, me sentí bien, y así me salió.
La mejor carrera de mi vida, en piedras, con algún que otro fallo pero que ni siquiera que una piedra me hiciera daño en el tobillo a mitad de carrera impidió que fuese la mejor.

Y es que no pude acabar más enamorada de esta Sierra. Menudo paisaje.

Como en un cuento.

Las orquillas también hicimos lo nuestro:

Yara consiguió un segundo puesto en D-21 y yo un primer puesto en D-20.

También nos llevamos un bonito y original vino :)

Pero vamos, que no todo fue correr y hacer trabajos de la universidad, algún que otro pucelano se dedicó a hacer... juzguen ustedes mismos.

► http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=MDTi6V0lOg4

Sí, hay días tontos y tontos todos los días pero qué les vamos a hacer, criados están.